En 1945, un campesino encontró, en Namag-Hammadi, una pequeña localidad del Alto Egipto, un gran jarro de cerámica conteniendo 12 libros de papiro encuadernados en cuero. En total fueron descubiertos 52 textos. Después de largas investigaciones, los estudiosos llegaron a la conclusión de que los papiros tenían cerca de 1500 años y eran traducciones en copto de manuscritos aún más antiguos. Las fechas de los textos originales están estimadas entre los años 50 y 180 de nuestra Era.Se cree que los manuscritos fueron enterrados alrededor del siglo IV, cuando, en la época de la conversión del Emperador Constantino, los obispos católicos pasaron al poder y desencadenaron una campaña, por momentos muy violenta y falta de escrúpulos, contra las llamadas herejías. 3 |
La Resurrección de Cristo no era interpretada de una forma literal sino simbólica. Ella simbolizaba la forma como era posible experimentar la presencia de Cristo a un nivel espiritual; ella es el momento de la iluminación, el momento en que se alcanza la gnosis. Sobre este asunto, el Tratado sobre la Resurrección dice:No supongan que la resurrección es una aparición. (...). En vez de eso lo que deberíamos de sostener es que es el mundo que constituye una aparición y no la resurrección. Esta es una revelación de aquello que en verdad existe y una migración para lo nuevo.11El autor de este texto considera la existencia humana normal como una muerte espiritual y que, a través de la Resurrección, el hombre se vuelve espiritualmente vivo. En el “Evangelio de Felipe” encontramos presente la misma idea: |
Sophia, la Sabiduría femenina, y Dynamis, la fuerza. Tales fueron los atributos personificados de la misteriosa Divinidad, el quinterno gnóstico, que simboliza a las cinco sustancias espirituales, aunque inteligibles, las virtudes personales o los seres exteriores de la Divinidad desconocida. Esta es una idea eminentemente cabalística; y más todavía es budista.”19 A través del estudio y el análisis comparativo de todas las grandes tradiciones religiosas llegamos, necesariamente, a la conclusión de que no son más que las vestiduras externas de aquella que es la Religión Universal, la Sabiduría de “todos los tiempos y lugares”. Incluso en este artículo, tratándose de una pequeña introducción, podemos verificar que las semejanzas del sistema filosófico-religioso gnóstico con las tradiciones hindú, budista y judaica son evidentes. Es importante, por consiguiente, mostrar al mundo, enfermo y herido a causa de su propia ignorancia, que la unidad de todas las religiones es un hecho y que es posible que todas las naciones de la Tierra se respeten y vivan bajo la misma bandera, la bandera de la Eterna Sabiduría. |