Dice un viejo dicho: ‘Te criticarán si permaneces en silencio, te criticarán si hablas demasiado y te criticarán si hablas poco.’ De cualquier modo te van a criticar.

Dhammapada 17:7 Texto sagrado en verso atribuido al Buddha.


Quien construye su felicidad sobre la desgracia de otros se verá atado por las cadenas del odio, y de ellas no se podrá ya liberar.

Dhammapada 21:2.


La libertad es el derecho que tienen las personas de actuar libremente, pensar y hablar sin hipocresía.

José Martí (1853-1895). Político y escritor cubano.


Sólo se tiran piedras al árbol cargado de frutos.

Proverbio árabe.

Lo que las leyes no prohíben, puede prohibirlo la honestidad.

Séneca (2 aC-65). Filósofo latino.


Yo soy libre solamente en la medida en que reconozco la humanidad y respeto la libertad de todos los hombres que me rodean.

Mijail Bakunin (1814-1876) Revolucionario ruso.


No contamina al hombre lo que entra en la boca, sino lo que sale de la boca, eso es lo que mancha al hombre.

San Mateo 15:11

Aunque seas casto como el hielo y puro como la nieve, no escaparás de la calumnia.

Shakespeare (1564-1616). Escritor británico.


El perfume de las flores no va contra el viento. Ni el del sándalo ni el de la rosa o el jazmín. Sin embargo, el perfume del hombre virtuoso se extiende por todas partes y en todas direcciones.

Dhammapada 4:11


La causa de la libertad se convierte en una burla si el precio a pagar es la destrucción de quienes deberían disfrutar la libertad.

Mahatma Gandhi (1869-1948) Político y pensador indio.


La verdadera felicidad consiste en verse uno hermoso en el espejo de la propia conciencia...

Núñez de Arenas (1886-1951) Historiador español.


Es fácil ver las faltas de los demás, pero ¡qué difícil es ver las nuestras propias! Exhibimos las faltas de los demás como el viento esparce la paja, mientras ocultamos las nuestras como el jugador tramposo esconde sus dados.

Dhammapada 18:18


El verdadero modo de vengarse de un enemigo, es no asemejársele.

Marco Aurelio (121-180) Emperador y filósofo romano.


Incluso si el necio viviera toda su vida con un sabio, no descubriría el sendero del conocimiento, del mismo modo que la cuchara es incapaz de reconocer el sabor de la sopa. Pero si un hombre que observa y ve, permaneciera tan sólo un momento con un sabio, rápidamente descubriría el sendero del conocimiento, al igual que la lengua reconoce el sabor de la sopa.

Dhammapada 5:5-6

Mata el deseo; pero si lo matas, vigila atentamente, no sea que de entre los muertos se levante de nuevo.

H.P. Blavatsky La Voz del Silencio 1 (1831-1891) Maestra y fundadora de la Teosofía.


Mejor que cien años de ofrendas y adoraciones, mejor que todos los sacrificios, es un momento de reverencia al hombre que se ha conquistado a sí mismo. El respeto y la reverencia a un hombre así genera cuatro cosas: vida, belleza, felicidad y fuerza.

Dhammapada 8:7-10


Juzgar a los demás es un trabajo estéril.

Tomás de Kempis (1380-1471) Monje cristiano.

Solo hay un bien: el conocimiento. Solo hay un mal: la ignorancia.

Sócrates (470 aC-399 aC). Filósofo griego.


No habléis mal unos de otros, hermanos. El que habla mal de un hermano o juzga a su hermano, habla mal de la Ley y juzga a la Ley; y si juzgas a la Ley, ya no eres un cumplidor de la Ley, sino un juez. Uno solo es el legislador y juez, que puede salvar o perder. En cambio tú, ¿quién eres para juzgar al prójimo?

Santiago Epístola 4:11-12


Domina tus palabras, domina tus pensamientos, no hagas daño a nadie. Sigue fielmente estas indicaciones y avanzarás en el camino de los sabios.

Dhammapada 20:9


¡Oh padre Zeus! ¡De cuántos males no librarías a los hombres si tan sólo les hicieras ver a qué demonio obedecen!

Pitágoras: Los Versos de Oro. (580-495 a.C) Filósofo griego.

Sabéis que se dijo: ‘Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo.’ Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, y orad por los que os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre Celestial, que hace salir el sol sobre buenos y malos, y hace llover sobre justos e injustos. Porque si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tendréis? ¿No hacen eso mismo los publicanos? Y si saludáis solamente a vuestros hermanos ¿qué hacéis de especial? Vosotros, pues, sed perfectos, como vuestro Padre Celestial es perfecto.

San Mateo 5:42-48


Perdona siempre a los demás, nunca a ti mismo.

Séneca (2 aC-65). Filósofo latino.


Aun cuando fueras el más grande de todos los pecadores, cruzarías a salvo el océano de los pecados en la barca del conocimiento espiritual. Así como el fuego llameante reduce la leña a ceniza, así también, Arjuna, el fuego de la sabiduría reduce a ceniza todo linaje de acciones. Verdaderamente no hay en toda la tierra purificador comparable al conocimiento.

Bhagavad Gita 4:36-38


Cuanto más pequeño es el corazón, más odio alberga.

Victor Hugo (1802-1885). Escritor francés.

Amad la libertad sobre todas las cosas, y aún cundo fuera por un trono, nunca traicionéis la verdad.

Beethoven (1770-1827). Compositor austriaco.


Jesús dijo: “Si sacas lo que hay dentro de ti, lo que saques te salvará. Si no sacas lo que hay dentro de ti, lo que no saques te destruirá”.

Evangelio de Tomás.




REFLEXIONES DE

SAMAEL AUN WEOR


Para cambiar es necesario saber, para saber hay que aprender, y para aprender hay que hacer grandes sacrificios.


Somos civilizados cuando practicamos el bien, la verdad y la justicia. Somos bárbaros cuando marchamos por el camino negro.


Todos nos dicen lo qué debemos pensar. Todo el mundo quiere esclavizar a todo el mundo; todo el mundo quiere atropellar la libertad intelectual de los demás. Nadie quiere respetar la libertad del pensamiento ajeno.


La mujer es el pensamiento más bello del creador, hecho carne, sangre y vida.


Es absurdo alejarse del mundo para buscar la Verdad porque ella se encuentra dentro del mundo y dentro del hombre aquí y ahora.


Debemos cultivar la serenidad, porque en la sustancia de la sinceridad germinan las flores más bellas del espíritu.


La sociedad es la extensión del individuo. Si el individuo es codicioso, cruel, despiadado, egoísta, etc., así será la sociedad.


Necesitamos transformar la estructura social y para ello debemos empezar por transformarnos a sí mismos; es imposible transformar la sociedad si el individuo no se transforma a sí mismo.


Debemos ser generosos de corazón. La generosidad verdadera no es de la mente. La generosidad auténtica es el perfume del corazón.


Es espantosa esa horrible tendencia de la humanidad a faltarle el respeto a los demás, a atropellar la mente ajena, a enjaular, encerrar, esclavizar, encadenar el pensamiento ajeno.


Se hace indispensable saber amar a nuestros semejantes, estudiar la Gnosis y llevar esta enseñanza a todas las gentes, de lo contrario caeremos en el egoísmo.


La paciencia es la escala del gnóstico y la humildad la puerta del jardín.


Es claro que existen muchas fórmulas para crear un mundo mejor, pero de nada servirán todas esas fórmulas, si el Yo las sabotea con la cizaña de la codicia, el egoísmo, la explotación, la envidia, el orgullo, etc.


Cuando criticamos a otros, violamos la ley del corazón tranquilo.


Ha llegado la hora de practicar la caridad enseñada por los Maestro y sacerdotes de todos los tiempos. Las palabras que dijeron entre el arrullo de las palomas bajo los sagrados pórticos de todos los templos, deben ahora convertirse en realidad concreta.


La paz no es cuestión de propaganda, ni de paladines con premio Nobel, la paz es una substancia atómica que no puede poseer quien tenga dentro de su psiquis los factores psicológicos que producen guerra.


Un hombre es lo que es su vida; si un hombre no modifica nada dentro de sí mismo, si no transforma radicalmente su vida, si no trabaja sobre sí mismo, está perdiendo su tiempo miserablemente.


Todas las religiones son piedras preciosas engarzadas en el hilo de oro de la Divinidad.


La vida práctica como escuela es formidable, pero tomarla como un fin en sí misma es manifiestamente absurdo.


Nosotros aconsejamos a los discípulos que no sigan a nadie, que se sigan así mismos. Cada cual debe seguir a su resplandeciente y luminoso Ser Interno; él es vuestro Maestro, seguidlo a él.


Cualquier intento de liberación por grandioso que este sea, si no tiene en cuenta la necesidad de disolver el Ego, está condenado al fracaso.


El amor comienza por un destello de simpatía, se substancializa con la fuerza del cariño y se sintetiza en adoración.


Hay que aprender a perdonar. Si uno se sitúa en el punto de vista ajeno, si uno comprende a los demás, aprende a perdonar.


Si lo que consideramos Verdad se aparta de la naturaleza humana, entonces no puede ser Verdad.