Primero, el Big Bang meramente describe el desdoblamiento gradual del universo material, mas no da respuesta a las cuestiones fundamentales relacionadas al origen, propósito y organización del universo. ¿Por qué había «algo» (vacío, agujero negro, etc.) allá en el universo conteniendo tanta energía que permitió que el Big Bang pudiera ocurrir? ¿Quién ha puesto esa fuente de energía inicial allá, y cuál es su origen? ¿Por qué el universo existe? ¿Por qué, después de la explosión, todo salió tan maravillosamente organizado, regido por inteligentes leyes de la física, poniendo en orden aquel paquete de energía desordenada? Naturalmente, cualquier explosión conocida por nosotros solo puede llevar al caos. A la luz de esas cuestiones, lo más natural y racionalmente correcto es considerar la existencia de una inteligencia divina detrás de todo ello. |
Segundo, aunque los escépticos hablan sobre el evolucionismo como si fuera una verdad indiscutible, no hay evidencia científica para comprobarlo: a) no hay explicación para la transición entre moléculas inorgánicas y células vivas (el surgimiento de vida dentro de la célula); b) no hay explicación para el origen del primer organismo capaz de reproducción; c) no hay explicación para el aumento de la información genética dentro del ADN, resultando en especies cada vez más complejas. Los ateístas ignoran esas lagunas creyendo que en el futuro los científicos lograrán explicar esos misterios.
Tercero, en realidad hay pruebas de los fenómenos psíquicos. Están las experiencias personales así como los estudios científicos conducidos por los parapsicólogos en las universidades de más de treinta países. Los escépticos tratan el tema como tabú y frecuentemente se valen de insultos y de burlas para denigrar la parapsicología. Hay casos convincentes de personas que tuvieron una ECM (Experiencia Cercana a la Muerte), como George Ritchie (psiquiatra estadounidense que estuvo muerto por nueve minutos), Howard Storm (profesor de artes en una universidad americana, que fue un escéptico incondicional), Eben Alexander (neurocirujano de la famosa Harvard Medical School), y que se volvieron teístas después de la experiencia. Hay casos confirmados de niños que recuerdan vidas pasadas, como ha sido demostrado por el catedrático Dr. Ian Stevenson de la Universidad de Virginia (EE.UU.). Y muchos otros ejemplos de fenómenos psíquicos experimentados por innúmeras personas: sueños lúcidos (o desdoblamientos astrales), clarividencia, intuición, precognición, etc. Los ateos no ponen atención de manera seria a tales descubrimientos y los rechazan de antemano, saliendo con su argumento muy socorrido de las reacciones químicas en el cerebro; después ellos falsamente alegan que no hay evidencia de los fenómenos paranormales.
Finalmente todos los argumentos filosóficos de los detractores de Dios provienen de una comprensión infantil de la divinidad: un viejo sentado en un trono decidiendo lo que va a pasar con cada persona en la Tierra. Por ejemplo, tomar el primer capítulo del Génesis literalmente es un error que lleva a los ateos a la burla de Dios. Las explicaciones dadas por las enseñanzas gnósticas son muy profundas y evitan las ideas equivocadas sobre Dios que a menudo oímos por parte de ateos así como de algunos creyentes. Por lo tanto, si partimos de un concepto erróneo de Dios, más tarde no tendremos derecho a concluir que Dios no existe. Los ateos que se valen de argumentos filosóficos frecuentemente caen en los ataques de tipo emotivo y de insultos para mofarse de los teístas. Como carecen de argumentos científicos se valen de la vieja artimaña del estadista romano Cicerón: «Cuando no tienes bases para una argumentación insulta al demandante».
UNA BONITA ANÉCDOTA | |||
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Samael Aun Weor es uno de los pocos autores que ha logrado tender un puente entre el monoteísmo y el politeísmo. Sus enseñanzas nos proporcionan un sistema integral y coherente que nos permite acercarnos a los antiguos mitos, leyendas y tradiciones religiosas según la perspectiva necesaria para comprender cada uno de ellos de una forma armoniosa. En otras palabras, tanto el monoteísmo como el politeísmo son correctos y no son incompatibles: todo es cuestión de perspectiva.Sus explicaciones sobre la Kábala, como podemos ver en su obra Tarot y Kábala, son especialmente importantes para el tema en cuestión. En resumen es posible organizar nuestro entendimiento sobre la estructura holística de «quién somos», de nuestro Real Ser, a través de un diagrama conocido en la tradicional Kábala judía como el Árbol de la Vida. |
Finalmente es interesante notar que ese sistema está de acuerdo con las descripciones dadas por los cosmólogos sobre la creación del universo (la teoría del Big Bang). Naturalmente los cosmólogos solo pueden contar con las informaciones proporcionadas por los cinco sentidos del cuerpo físico y solamente percibirán el desdoblamiento del universo meramente físico. Lo observable aquí en el mundo físico guarda concordancia con lo que ocurre en las dimensiones superiores. Cuando el universo se expandió desde un vacío o agujero negro (el Absoluto) las diferentes partículas (protones, electrones y neutrones, correspondientes a los tres primeros Logos) surgieron, y a través de ellos los átomos y elementos (hidrogeno, helio, litio, etc.); por fin las estrellas y planetas se formaron. O sea, el universo puede ser visto como Uno (si volvemos al punto de partida inmediatamente antes del Big Bang) o como múltiple (partículas, átomos, elementos, moléculas… hasta los planetas y las estrellas). Esa es la unidad en la diversidad.