Por: Edgar R. Vargas V. [Sociedad Gnóstica SAW]
Con todo el acato y toda la sinceridad como prioridad para escribir estas extensas o cortas líneas y con la firme convicción de que estamos bien parados con respecto a la enseñanza gnóstica y con el fijo sentimiento y pensamiento del que nos entrego esta gran sabiduría, nuestro Gurú Maestro Samael Aun Weor.
Debemos destacar también que en verdad no hemos perdido todo este tiempo de nuestra existencia desde que conocimos la enseñanza gnóstica en distracciones o en fanatismos que a nada nos lleva. Esto de vivir la Gnosis no es cualquier cosa o mejor dicho no padecer ante la lucha interior y luego triunfar sin luego sentir adelante ese gran regocijo no tiene ningún sentido el estar aquí. Como instructor gnóstico y como he de vivir dentro de las filas gnósticas me llevado aportar algo o poco del cómo he venido sintiendo esta gran sabiduría.
Ha significado para mí la Gnosis tan dura y constante batalla es la que me anima siempre seguir. Que desde adentro de mi interior se me hace más difícil e igual le ha de suceder a cada uno pero ¿no es para eso que estamos aquí?
Tener el enemigo dentro de nuestra propia casa que se embute en nuestras emociones, sentimientos, pensamientos y actos se convierte en el toma y dame para nuestra psiquis pero que sin sobresaltos para descubrirnos de momento en momento a sí mismos se ternaría fría y aburridora y terminaríamos como es natural fuera de las mismas enseñanzas e indiferentes y hasta nos haríamos enemigos de la misma como siempre ha venido sucediendo dentro de este gran ejército de salvación mundial. A todos no por igual nos toca transitar la misma senda pero con karmas diferentes pero con un solo objetivo despertar cabalmente nuestra conciencia y demás.
De cómo he tratado de vivir me vida gnóstica es siempre pensando en cada uno de los que transitan rectamente también en ella, cada quien a su nivel recorre esta empedrada senda y como diría el Ritual de Consagración: “llevamos una vida retirada, oscura y contemplativa, indiferente a los honores del mundo”. El luchar en hacer esa buena relación con nosotros mismos está la clave para vivir dentro de los axiomas gnósticos inquebrantables el cual define un poco el párrafo al que me estoy refiriendo.
El aprender a mirarse a sí mismos con detalles es mirar a todo lo que nos rodea, participando así en todo a la vez pero a la vez estando fuera de todo. Quizás esto que afirmo me ha servido a mí pero cada uno lo sentirá, lo verá de ángulos diferentes de acuerdo a la intensidad del trabajo, mejor dicho a la constancia del mismo. Que nos sentimos física y sicológicamente muy cansados y desgastado, eso es cierto, lo años no pasan en vano pero no debemos olvidar que lo psíquico repercute en lo físico para bien o para mal.
De cómo la gnosis por decirlo así nos aleja de la nuestra amada familia esto también es cierto más aun aquellos que les toca vivir en otros países muy lejanos alrededor del mundo cumpliendo la sagrada misión gnóstica es donde más se afinca en esta cuestión. Dando todo a cambio y recibiendo a cambio todo también. Lo que si les puedo asegurar que recorrer largamente y con pureza este camino nos hace volvemos más sensibles a los problemas familiares, amigos y la misma humanidad, quizás la mayoría no entienda esto que estoy afirmando por tanto no debemos perder el rumbo que nos hemos puestos.
Hallar un equilibrio en todo esto sin sucumbir es bastante difícil pero allí está el Ser, la Conciencia, la Divina Madre, el Maestro Samael y demás Maestros.
Estando escribiendo estas sencillas líneas pienso de veras que ha sido un gran esfuerzo combinado con la emoción y no de aquel que tiene la facilidad como don o profesión el escribir, pero valió la pena contribuir, aportar un granito de arena como humana persona que soy y que también tengo grandes debilidades con las que brego cada día, mejor para mi pasar casi desapercibido en medio de tantas cosas de la vida para poder sobrevivir.
En resumen queda claro que la Gnosis no es una Doctrina más del montón pero si hay evidentemente el peligro de convertirnos en las mal llamadas sectas y esto depende de cada uno. Demostrado su autenticidad depende de cada uno de nos.
El escribir como a de vivir la vida gnóstica en es gran reto que tenemos que asumir con mucha seriedad y respeto apartando toda auto consideración para conmigo mismo y para que no se convierta en el tiempo más bien en una especie de fastidio afectando nuestro entorno sino más bien por el contrario debería ser en gran goce, una gran alegría, una gran satisfacción y anhelo que mi impulse cada vez más a seguir. Cada uno de nosotros debe dar su tono como cada piedra da su tono en camino. Lo que debe expresar la gnosis para cada uno en su intensidad solamente lo sabe cada quien en su tranquilidad, en su paz interior, en su soledad, en su des trasnocho pero tan delicado esto y la ves tan peligroso, así como brota la rosa entre las espinas.
Arrepentimiento y reflexión, dos palabras muy escuchadas. El arrepentimiento lo describo como muy doloroso, activo y hasta tenso. La Reflexión como muy placentera, centrada y serena, muerte y nacimiento pero al fin a y al cabo dos hermosas palabras muy sagradas.
Es lamentable ver muchas gentes aprovechándose de estas sagradas enseñanzas para proyectarse en el tiempo para luego después de cierto lapso criticarla desde su óptica por algunas cosas que toca sus interese muy íntimos particulares de pareja y terminan entonces viviendo una gnosis llena simplemente de muy buenas intenciones que a nada lo conducen, convirtiendo la gnosis en un círculo de amigos y alejándose una vez más del esoterismo puro pero que al final terminan como todos sabemos adheridos a otra institución filosófica o religiosa más fácil de enfrentar que nada tiene que ver con las postulados que nos dejara el Maestro Samael. Esta crítica de veras no la hago con ninguna mala intensión, Dios no da libre albedrio y por eso todos tenemos oportunidad de escoger como ha de ser el resto de nuestras vidas.
La gnosis es algo serio porque nos enfrentamos a nuestro propio espejo engañoso y pasar más allá de ese espejo implica enfrentar a la realidad de nuestros pensamientos, sentimientos, personas, cosas y eso no le gusta a ese que usurpa nuestra Alma haciéndola esclava de intereses egoístas que no comulgan con la más puro que tenemos, el “SER”. Mientras tanto nuestro pensar, sentir y actuar no se acomode a nuestra verdadera CONCIENCIA seremos siempre subordinados.
No me queda nada que decir sino ver como resuelvo mi propia ceguera para ver, oír y tocar lo ignoto de momento en momento.
Espero haber contribuido en algo desde este ángulo gnóstico para bien de todos y con mucho respeto a la Obra del Venerable Maestra Samael Aun Weor que dio su vida por todos nosotros, así como lo hizo Jesús el Cristo.
Le doy gracias a mi hermano biológico Rafael Vargas por darme la inspiración y la oportunidad de escribir estas sencillas líneas.